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ENCUENTRO BANCARIO

Movilizados y luchando unidos podemos enfrentar el ajuste.

Los trabajadores bancarios dimos una importante pelea en toda la Argentina. Luego de movilizarnos al Congreso en contra de las cesantías, paramos el país y copamos el micro centro de Buenos Aires, Córdoba, Tucumán y otras ciudades en un paro de 24 hs y luego en otro de 48 hs, que quedó trunco porque el Gobierno Nacional tomó nota y apuró los tiempos del acuerdo.

Miles de bancarios nos movilizamos por la city el 21 de abril y la ola prometía seguir creciendo. Las consecuencias están a la vista: se logró la reincorporación de los compañeros despedidos de los bancos Provincia de Buenos Aires y Central, rompiendo a su vez el techo salarial que pretendían imponernos.

En el Banco Provincia de Buenos Aires (que venía en conflicto desde comienzos de año con actividades públicas y medidas de fuerza basadas en asambleas por lugar de trabajo, consulta a los compañeros y funcionamiento del Plenario de Delegados de Base en unidad con el resto de las Comisiones Internas del interior de la provincia) se ganó una lucha histórica: la patronal tuvo que deshacer sus intentos de privatizar la Gerencia General respetando la carrera bancaria, reincorporar a los despedidos y comprometerse a no cerrar sucursales garantizando los puestos de trabajo, entre otras conquistas.

Esto demuestra que organizados y luchando en unidad, podemos obtener conquistas concretas. No hay líderes preclaros ni sagradas estructuras que resuelvan las cosas por arte de magia. En la participación activa de los trabajadores está la clave. Que esta experiencia nos sirva para reforzar nuestras convicciones y sea un piso a partir del cual seguir avanzando en organización, en base a la práctica diaria de la democracia sindical: Que funcionen los Plenarios de Delegados Generales de bancos en todas las seccionales, que se consulte a las Comisiones Internas, que los trabajadores puedan elegir sus delegados de base en todas las entidades y llevar mandatos por sucursal y oficina.

Prohibido dormirse, avancemos sobre lo logrado entre todos.

Un primer balance del conflicto nos permite afirmar que salimos de la paritaria fortalecidos con la reincorporación de los despedidos y un aumento que, por lo pronto, alcanza para dar pelea a la inflación pero que no recupera nuestro poder adquisitivo perdido. Por eso no hay que aflojar. La coyuntura sigue siendo muy compleja: la estabilidad laboral de los compañeros en bancos como el Citi o el Hipotecario es preocupante. No hay que relajarse ni pensar que nos vemos el año que viene. Los trabajadores, activistas, militantes, el conjunto
del gremio, debemos seguir en estado de organización, discutiendo en asambleas, movilizados. Cualquier intento de despido debe encontrar a los bancarios dispuestos a demostrar una vez más que va en serio eso de que cuando tocan a uno, nos tocan a todos.

El aumento salarial que conseguimos puede muy fácilmente volverse  hambre para mañana. Si la inflación no se atenúa, es muy probable que terminemos con un sueldo depreciado a fin de año, que nos sirva menos que en 2015. Debemos seguir atentamente la evolución de los precios y tomar nota. Si la carestía sigue en alza, vamos a tener que exigir al sindicato que haga uso del derecho que le da el Acta paritaria (Cláusula gatillo), y exija la reapertura de la negociación salarial en el segundo semestre.

Finalmente, queda un tendal de reivindicaciones a retomar. Tal vez la más sensible sea la cuestión del “Impuesto al salario”. ¿Cuánto de nuestro sueldo nos será descontado por este tributo injusto? No parece haber perspectivas de solución a nivel nacional para este año, por lo que insistimos en nuestra consigna: hasta tanto no se modifique la ley, los bancos deben encargarse de reintegrarnos el impuesto, como se hace en los bancos Provincia de Buenos Aires y Ciudad de Buenos Aires, entre otros.

Debemos avanzar también en la efectiva conformación de los “Comités Mixtos de Salud, Seguridad e Higiene Laboral” acordados hace años en paritarias y jamás concretados. Las condiciones de trabajo en los Bancos amenazan con seguir empeorando, con largas jornadas y altas exigencias de productividad y multiplicidad de tareas.

Otras demandas que siguen pendientes son el ingreso de personal conforme a la carrera bancaria, estricto cumplimiento del CCT 18/75, participación real en las ganancias del sistema financiero, efectivización de los compañeros contratados y tercerizados, la defensa del fin social de la banca pública (crédito, asistencia a las pymes).

Como nos enseña la reciente paritaria, de igual manera que nos guía nuestra experiencia y convicciones, en la participación de los bancarios está la respuesta para no dar ningún paso atrás y poder dar algunos adelante.

Con nuestra lucha se construye y fortalece la organización. Con democracia sindical se garantiza la lucha. Que se cumplan nuestros sueños y proyectos depende de nosotros mismos, los trabajadores.